Mi familia proviene de cuatro ramas que vivieron de diversa forma a lo largo del siglo XIX y XX: La rama Iborra- Pedrola proviene de Torrente (Valencia); es la línea paterna y además de darnos el apellido todavía conservamos una pequeñita casa en esta población. Mi abuelo Andrés fue huérfano muy pronto; su padre era de Torrente y su madre de Mora la Nueva (Tarragona), y por lo que sé no tuvo hermanos, aunque en Torrente hay unos descendientes de sus primos. Fue brigada en la Guerra Civil, y perteneció al bando republicano. Acabada la guerra estuvo en un campo de concentración, y posteriormente emigró a Francia donde trabajó para mandar a España dinero y así poder construir la casa que ya he mencionado. Como anécdota curiosa que él contaba, participó en la salida del oro de España desde Cartagena a Marsella, desde donde luego se envió a Suiza y desde allí el Gobierno republicano en el exilio lo gestionó, dando educación y comida a tantos españoles exiliados con motivo de la guerra. En Cartagena conoció a mi abuela Amalia y tuvo a su único hijo, mi padre, también Andrés. Mi abuelo al volver de Francia trabajó en Torrente arreglando televisores, en un pequeño taller que montó; es el primero de la familia relacionado con las telecomunicaciones y la electrónica. La segunda rama es la de los Heredia- Olmos; fue una familia de torreros de faro. Su origen es alicantino, aunque somos familia de los Visconti de Alicante, de origen italiano. Esta rama vivió por toda la costa española desde el cabo de Palos en Cartagena hasta la Torre de Hércules en La Coruña, donde mi abuela nació. Allí murió mi bisabuelo Manuel Heredia, de origen malagueño, y su mujer y sus seis hijos se transladaron a Cartagena al poco tiempo. La guerra supuso una dura experiencia, pues el más joven de los hermanos (Emilio) murió en el frente del Ebro, y al poco tiempo la más pequeña murió de meningitis, nada más acabar el bachillerato. Como anécdota de esta rama diré que Emilio está enterrado en alguna parte de dicho frente y todavía no hemos encontrado sus restos. El marido de Carmen Conde, Antonio Oliver, le dedicó una elegía, con motivo de su fallecimiento. La tercera rama es aragonesa: García-Casas. Epifanio era de un pueblecito de Zaragoza, Mezalocha, y vivió primero en Sallent de Gállego, donde nació mi madre, y luego en Huesca, donde vivió hasta su muerte. Como anécdota interesante fue encargado del Instituto de Higiene de la ciudad durante la guerra, que perteneció al bando nacional, aunque él fue un ferviente católico y republicano. Su hijo, Jesús, fue periodista de la ciudad. La cuarta rama también es aragonesa. Los Mateo-Truyenque. Provienen de un pueblecito de Zaragoza: Cosuenda, muy cerca de Cariñena. La yaya Hipólita era muy alegre y conocida entre sus convecinos. Ella quedó huérfana de padres junto a su hermana ya de niña, por lo que tuvieron que trabajar pronto y se fueron a Barcelona. Allí trabajó de cocinera (después enseñó a sus hijas e hijos); posteriormente volvió a Huesca con su ya marido Epifanio. En Huesca y Zaragoza todavía hay primos nuestros de estas ramas, y otros en Gijón (Asturias), ya que la más pequeña de los cuatro hijos se fue allí cuando el auge de la industria y la minería. En la actualidad los últimos descendientes somos dos hermanos que nacimos y vivimos en Cartagena, aunque ya uno ha tenidos descendencia... pero esta es otra historia: la de los Iborra- Alvarez Además de la familia de sangre tengo una ahijada,Patricia, y un padrino, Paul. Ambos los considero como de mi propia familia, ya que los lazos que nos unen son tan profundos como los anteriores. Paul vive en Marsella (Ensuès-la-Redonne); lo veo pocas veces por la distancia, pero lo recuerdo siempre con mucho afecto. Patricia, por el contrario vive en Cartagena con su familia; es profesora de patinaje, después de haber practicado muchos años hockey sobre patines, además de tener distintas profesiones: cocina, auxiliar de clínica, socorrista .... También tenemos en Cartagena unos amigos que son parte de nuestra familia: los Ros, amigos muy queridos, con los que siempre nos reunimos para celebrar aquellos acontecimientos dignos de tal ocasión, especialmente la Navidad, Año Nuevo, Día de Reyes y La Asunción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario